La pasada semana se disputó, en las magníficas instalaciones de Puente Romano, en Marbella, el Estrella Damm Marbella Open, del 28 de julio al 3 de agosto de 2014. Un torneo cargado de espectáculo donde hubo quizás dos grandes sorpresas en cuadro masculino (Uri Botello y Javier Concepción se “colaron” en cuartos por primera vez; y Paquito Navarro y Tito Allemandi lograron su primera final de la temporada tras eliminar a los campeones del Másters 2013 y actual pareja número 3, y a los Príncipes o pareja número 2) y tal vez una sorpresa (que igual no es tanto) en el femenino donde Marta Marrero y Cata Tenorio se metieron por primera vez esta temporada (seguramente no será la única) en semifinales. Por lo demás, Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguín, los grandes dominadores del pádel mundial en los últimos 13 años, volvieron a vencer en un torneo World Pádel Tour después de dos campeonatos sin hacerlo (aún así llevan 4 victorias de 6 posibles) y las gemelas Sánchez Alayeto volvieron a derrotar en una final a Patty Llaguno – Eli Amatriain, consolidando así su primer puesto en el ránking mundial. En éste, quizás más que en torneos anteriores, se dieron bastantes oportunidades de revancha, de repetir partidos que se jugador en otros campeonatos del World Pádel Tour durante este temporada y que, en algunas ocasiones se saldaron con victoria de los anteriores vencedores, y en otros no.
El circuito World Pádel Tour ofrece segundas oportunidades muchas veces incluso la semana siguiente a la disputa de un intenso partido. Una vez se pierde un encuentro, los “perdedores quizás se lamenten por lo ocurrido, por haber perdido múltiples opciones que les hubieran acercado a la victoria, por “no haber hecho” aquello que podrían haber hecho. Seguramente, si jugaran otra vez el partido (piensan) aprovecharían mejor las oportunidades si tuvieran la opción de volver a jugar esos momentos clave.
También puede ocurrir que los perdedores acepten sin remedio la superioridad de los que han vencido, terminando con la sensación de que estuvieron lejos de ganar y que la diferencia entre ambas parejas era grande.
Los vencedores, por su parte, pueden acabar con la sensación de que son muy superiores y que han ganado con facilidad; o bien que ha sido un partido duro, con dificultades duras que han superado con éxito.
Sea como sea, el cómo se afronte después del partido influye en cómo se afrontarán partidos posteriores. Y el circuito World Pádel Tour (como bien se demostró en Marbella) presenta importantes oportunidades de revancha.
No es lo mismo, por ejemplo, afrontar un partido como “revancha” ante un rival que ganó anteriormente, con la ilusión de mejorar, de superar adversidades, de solucionar dificultades… que con la de “otra vez estos que nos ganan siempre”. No es lo mismo, tampoco, jugar contra un rival a que se ganó anteriormente con los “pies en el suelo” pensando en cómo jugar para poder vencerle y en buscar la manera de alcanzar un estado óptimo de funcionamiento, que con la sensación de que “como ya se ha ganado antes ahora también se le ganará”.
El World Pádel Tour nos recuerda lo importante que es afrontar adecuadamente este tipo de situaciones para mantener el adecuado nivel competitivo. Obviamente, esto en ocasiones no es nada fácil, ya que el cansancio, los “depósitos de motivación”, la dureza de la temporada, el estado de forma concreto u otros factores que inciden directamente en el rendimiento son condicionantes en ocasiones difíciles de controlar adecuadamente. No obstante, los/as jugadores/as que son capaces de aprender constructivamente de lo que ha ocurrido en el partido (independientemente de si se ha ganado o perdido), autorregular su funcionamiento sobre todo en partidos y momentos más difíciles de gestionar; y plantear adecuadamente (también mentalmente) los partidos y campeonatos son los que tienen más opciones de aprovechar las oportunidades de revancha y/o de enfrentarse a rivales a los que vencieron anteriormente con la mejor predisposición para el éxito también en ese partido. Adquirir y mantener habilidades psicológicas o mentales para lograr ese estado óptimo de funcionamiento en partidos de revancha es un plus añadido (muchas veces crucial) que favorece las oportunidades de éxito tras una derrota contra un mismo rival o después de vencerlo anteriormente.
Un dato importante: Juan y Bela anunciaron, el pasado lunes, después de ganar en Marbella, que en el año 2015 dejarán de jugar juntos después de trece años, manteniendo así su buena relación y buscando nuevos retos en su carrera. Sin duda, esta es la gran pareja histórica del pádel mundial que han dado mucho a este deporte. Sin duda, a partir del 2015 se abre una nueva y apasionante era que hará que este gran deporte sea cada vez más grande.